A día de hoy no sé qué será de mi futuro pero, si puedo escoger, elijo seguir imaginando historias y seguir escribiendo.
Poder vivir de la escritura es un sueño para muchos, entre los que me incluyo. Pero como todos los sueños, hay que trabajar duro para conseguirlos y, mientras mi mente me lo permita, lucharé para seguir creando historias para los demás.